La maniobra, que se ha prolongado por 5 horas, ha sido seguida in situ por la presidenta del puerto y la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía
A las ocho de la mañana de hoy, sábado 27 de julio, con viento sur prácticamente en calma y en el repunte de la marea, coincidiendo con la pleamar, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz ha iniciado la maniobra de rescate de su centenario descanso subacuático del pecio Delta I, culminando así, con el izado y extracción, al filo de las doce del mediodía, los trabajos que ha estado realizando los últimos 4 meses.
La operación, diseñada y ejecutada en todas sus fases por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, fue aprobada y supervisada en todo momento por técnicos de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y del Centro de Arqueología Subacuática, así como por los arqueólogos de Divership Diving, S.L., empresa adjudicataria de los trabajos.
Al filo de las doce horas se ha dado por finalizada la operación, que han seguido in situ la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Teófila Martínez, y la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Tania Barcelona, que ha culminado con éxito y sin que haya habido que resaltar ninguna incidencia.
La presidenta de la Autoridad Portuaria ha destacado, por un lado, el importante trabajo realizado por los técnicos del departamento de Infraestructuras y Obras y la propia dirección de la APBC, que han conseguido diseñar y desarrollar con éxito una operación sin precedentes en España.
Asimismo, Teófila Martínez ha hecho hincapié en el compromiso del organismo portuario con la salvaguarda y conservación del patrimonio subacuático de la Bahía, en el que lleva invertidos más de 5,7 millones de euros.
Técnicamente, la operación se ha dividido en las siguientes fases:
Fase 1: Dragado del recinto de bloques
Después de 12 años en el fondo de la Bahía, la dinámica litoral había enterrado el pecio con arenas y fangos dejándolo bajo una media de entre 1 y 2 metros de material, que ha tenido que ser retirado para dejar de nuevo el pecio descubierto y disminuir, así, el riesgo de roturas del mismo, ya que, cuanto menos peso soporte, menor es el riesgo para su integridad, y mayor la facilidad de las maniobras posteriores.
Los buzos han realizado esta limpieza prácticamente al tacto, colocando cabos y barras en los alrededores del pecio para poder orientarse, ya que la visibilidad en la zona, a seis metros de profundidad, ha sido prácticamente nula.
Una vez limpia la superficie, se han dragado los alrededores para recuperar los extremos de las cinchas de sustentación del pecio (que se dejaron en la operación de traslado de 2012) y la zona donde, sobre bloques de hormigón fondeados para la ocasión, se deposita la estructura
auxiliar mientras se conectan las cinchas.
Los bloques de hormigón se colocaron en la posición dónde iba a descansar la estructura auxiliar coincidiendo con la posición de las patas de esta. Esta operación ha sido especialmente difícil, ya que, prácticamente a ciegas, los buzos tuvieron que colocar los muertos de hormigón
en un lugar que después tenía que coincidir con las patas de la estructura, tanto en posición como en cota, de tal manera que la estructura quedara en la posición precisa para colgar el pecio y se mantuviera estable sobre los bloques de hormigón para mantener la seguridad del pecio y de los buzos.
Fase 2: Diseño de la maniobra y preparación de la estructura metálica auxiliar
En paralelo al dragado y limpieza del pecio, los ingenieros de la Autoridad Portuaria han realizado el diseño de la maniobra, que ha consistido, en primer lugar, en afinar el cálculo del peso del pecio, dato fundamental para poder dimensionar el resto de medios.
En este caso, se poseía un inventario de todas las maderas que componían el pecio en 2012. Con las dimensiones de las maderas, comprobadas de nuevo por los buzos, y estimando la densidad de la madera saturada de agua, se ha calculado el peso total del pecio, tanto
sumergido como emergido, y con este dato, considerando un coeficiente de seguridad adecuado, se han dimensionado el resto de medios necesarios: Estructura auxiliar que debe soportar el peso del pecio tanto dentro como fuera del agua, flotadores que permitan el izado del pecio para su traslado sumergido y grúas que deben sacar el pecio fuera del agua y colocarlo en el muelle.
La estructura auxiliar usada en 2012 ha sido comprobada con los nuevos requerimientos de peso del pecio, dimensionando refuerzos y realizado una revisión general que ha culminado con un proceso de saneo y pintura de la misma que ayudara a los buzos en su orientación bajo el agua.
Fase 3: Traslado de la estructura metálica auxiliar desde el muelle al pecio
Hace 17 días, la estructura metálica auxiliar fue lanzada al agua dotada de unos flotadores, de los que quedó colgada bajo el agua, procediendo a remolcar la estructura mediante un barco auxiliar hasta la zona del pecio.
Una vez en la zona y auxiliados por cabos (que pasan por los muertos y otros flotadores secundarios), se fueron vaciando los flotadores principales hasta que la estructura auxiliar quedó apoyada sobre los muertos, manteniendo cierto nivel de flotación para evitar que los
muertos se clavaran en el fondo marino.
Fase 4: Traslado del pecio hasta el muelle
Una vez la estructura en posición, los buzos colgaron el pecio de la misma mediante las cinchas recuperadas, enganchándolas a la estructura mediante tensores y grilletes. Finalizada esta operación, se procedió a hinchar de nuevo los flotadores principales para levantar el conjunto estructura+pecio del fondo marino, adaptando la distancia de los flotadores a la estructura a las condiciones de marea y calado en cada momento y procediendo a su movimiento hasta el muelle Nº 5 ayudados por una embarcación que remolcó el conjunto. Con esta operación se procedió a chequear el peso sumergido del conjunto, contrastando los cálculos de peso
realizados. El traslado se realizó el pasado viernes, dejando el conjunto de pecio + estructura a
flote amarrado en el muelle Nº 5.
Fase 5: Izado y colocación del pecio.
Una vez que el conjunto estructura+pecio se tuvo flotando junto al muelle se ha procedido a realizar una limpieza para quitar los últimos restos de fangos caídos durante las operaciones de eslingado y el transporte.
Una vez limpio, ya esta mañana, los buzos han procedido a enganchar los cables de la grúa y, tras asegurarla, a soltar los flotadores transfiriendo así el total de la carga a las grúas.
Para esta maniobra han sido necesarias dos grúas móviles de 350 Tm que han actuado de manera coordinada situándose junto al cantil del muelle e izando el pecio desde el agua.
Estando ya el pecio fuera del agua, las grúas han girado y lo han colocado sobre el muelle. Antes de soltarlo se han ubicado sacos terreros sobre una explanada de arena y después se han soltado las cinchas y retirado la estructura.
Próximamente, se procederá a colocar la carpa sobre el pecio para que los técnicos arqueólogos puedan estudiarlo y trabajar con él.
Fase 6: Estudio y desmontaje del pecio
A partir de ahora, estando ya el pecio dentro de la carpa, la madera se mantendrá húmeda mediante instalaciones adecuadas y los arqueólogos del Centro de Arqueología Subacuática procederán al desmontaje de las maderas para sacar conclusiones sobre la manera en que se construyó el barco: como se unían las piezas, el orden de construcción, los posibles medios auxiliares, etc.
Después las maderas desmontadas se fotografiarán, escanearán en 3D y se etiquetarán antes de ser colocadas en pequeñas estructuras metálicas y devueltas de nuevo al fondo de la Bahía en una zona habilitada para ello.